Los migrantes indocumentados es un negocio multimillonario, pues tan solo una organización criminal que se dedica a la venta de estos “esclavos modernos” obtuvo ganancias por 200 millones de dólares en solo cuatro años.
La periodista Laura Sánchez Ley investigó que cientos de migrantes indocumentados, son “comprados” por rancheros de Estados Unidos de manera cotidiana, en una suerte de “esclavitud” moderna.
En la revisión de los expedientes se encontró el modus operandi de las mafias que comercian con migrantes: luego de que cruzan la frontera, suelen robarles identificaciones, papeles personales y recaban información sobre sus familias en México u otros países. De esta forma los amedrentan para que no escapen.
En los campos de Georgia, Wisconsin, Florida y Texas los mantienen en campos con cercas electrificadas en donde son maltratados: no les pagan por los trabajos que realizan y les dan poca agua, lo que constituye explotación laboral y trata de personas.
El proyecto End Slavery Now, que busca visibilizar la situación en Estados Unidos, asegura que este tipo de trabajo forzado es la forma de esclavitud utilizado en todo el mundo para producir diversos productos en las cadenas de suministro globales.
Los esclavistas modernos operan principalmente en el sector agrícola, una de las áreas que emplea a miles de migrantes en ese país, aunque en otros casos los mexicanos incluso han sido obligados a cultivar y vender drogas.
Uno de los últimos casos se registró el pasado 28 de junio de 2022, cuando las autoridades norteamericanas fueron alertadas que tres personas habían sido llevadas a punta de pistola y obligadas a trabajar en McAllen, Texas, durante aproximadamente dos semanas.
La investigación reveló que las víctimas presuntamente estaban siendo albergadas por separado y obligadas a trabajar sin paga. Dos hombres fueron obligados a vender drogas afuera de un club, mientras que una mujer fue obligada a trabajar como niñera de una pareja originaria de Texas.